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| de Mundo Hispánico--1974 |
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| Luis José de Tejeda y Guzmán |
“AL NIÑO JESUS “
Belén
portal dichoso,
Casa de
pan, que ciñes
Aquel
cándido trigo
Nacido
en tierra virgen,
Deja
que a tus umbrales
No
palacios sublimes,
No
edificios soberbios
De
Babilonia envidia.
Deja
que tu pesebre
Sellos
mis labios frisen,
Fuentes
mis ojos rieguen,
ojos el
alma mire.
En tu
inmensa estrechura
Lo
grande miro humilde,
Lo
incircunscrito breve,
Postrado
lo terrible.
Quien
es de tierra y cielo
Compasador
Euclides
A una
cuna de paja
Se
proporciona y mide.
El
calor se le niega,
La
nieve le corrige,
Y a
quien da nieve y lana
No hay
pañal que lo abrigue.
¡Oh! ,
cómo está la Madre
agradeciendo
humilde
el
abrigo a las bestias
que el
hombre le prohibe!
Mece la
jumentilla
Los
pajizos cojines
Y el
buey, con tardo aliento,
De
brasero le sirve.
Llorad,
ojos, un rato,
Que
cuando el hombre aflige
A Dios,
de rudas bestias
Asistir
se permite.
Aquella
bella Aurora
Por
quien los campos ríen
De la
eterna y triunfante
Jerusalén
insigne
Llora
sobre las pajas
Y en
sus hilos humildes,
Torzales
de oro, ensarta
Aljófares
sutiles.
¡Y así
le dice al Niño?
“Esta
cuna infelice,
hijo,
te pronostica
alguna
tumba triste;
y
siendo tan estrecha
desde
agora me dice
que en
las pajas te ensayas
para en
la cruz bullirte.
Sus
agudas aristas
Manos y
pies te afligen
Y los
tres pronostican
De
acero agudos linces.
Las que
tus tiernas sienes
Punzan
sobre sutiles
Hebras,
de tu cabeza
La
corona me dicen.
Al
vestido encarnado
Que de
mi tela hiciste,
Raro y
triste y pajizo
De
entretela te sirve”.
Entre
pucheros tiernos
Ya
llora, ya se ríe
El Niño
con la Madre,
Y ella,
llorando, dice :
“Si tu
desnudez lloras,
dime
por qué saliste
dejando
mis entrañas
que
eran pañales firmes.
Mas ya
me estás diciendo
Mientras
lloras y ríes :
-Salgo
a buscar ingratos
pues
por ingratos vine.
No
llores, pues, bien mío,
Si a
tanto te atreviste
Que a
tu Padre dejaste
Y a tu
Madre despides
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| Iglesia StaTeresa-Casa de los Tejeda, hoy Museo Arte Religioso |
Desde que apareció "Coronas Líricas", en el año 1917, en la ciudad de Córdoba, no ha cesado el inerés por el poeta Luis José de Tejeda y Guzmán. Se cuentan numerosos los investigadores que se dedican a aumentar la documentación y a analizar a este personaje y a su expresión literaria.
"Coronas Líricas" que es la obra completa de Tejeda, por lo que hasta el presente se ha hallado, lleva anotaciones de Monseñor Pablo Cabrera, su recopilador, y un estudio de la vida del vate por el doctor Enrique Martínez Paz.
En Córdoba, el 25 de agosto de 1604, nació José Luis, hijo del capitán Juan de Tejeda Mirabal y de doña Ana María de Guzmán. La abuela paterna, Leonor Mejía Mirabal, era hija del conquistador Hermán Mejía Mirabal, y de la india diaguita María Mancho, por lo cual Luis de Tejeda llevaba sangre aborigen. *
De familias principales, el niño fue educado por buenos maestros y ya adolescente frecuentó la incipiente e importante Universidad de Córdoba del Tucumán.
El Padre Diego de Torres vaticinó: "Este joven habrá de ser con el tiempo el maestro universal de la literatura tucumana."
Tejeda, después de haber alcanzado su grado universitario, participó activamente en la vida militar, que alternó con funciones concejiles.
No permaneció ausente del agitado mundo de la pasión amorosa. Ardió en amoríos con solteras,casadas. Vida disipada que él mismo reconoce: "trocó el vicio por el gusto que lo inclinaba a la vida virtuosa y optó por el deleite sin vergüenza".
Dio término a todo este universo de pecados poco despué de la muerte de su mujer piadosa y fiel y a causa de un episodio que pudo haberle costado la vida.
Arrepentido: "Así el mío de vivir/nueva vida reformada,/ corrigiendo mi desorden/ con recibir orden sacra,/ y dedicarme a la Iglesia".
Devoto de la Virgen del Rosario, entró al convento dominicano como fraile lego. Se dedicó a proseguir sus lecturas y a escribir en verso y en prosa la obra que llegó hasta nosotros, que lo acredita como el primer poeta argentino.
Escribió cuatro sonetos. Los más conocidos son los dedicados a Santa Rosa de Lima, y el del diálogo entre Jesús Crucificado y su Madre, a los pies del Hijo agonizante.
de Amanda Cabrera Padilla para REPERTORIO LATINOAMERICANO- Buenos Aires 1992
(* el subrayado es mío, para resaltar este dato: entró a la Universidad siendo bisnieto de la india Mancho, casada religiosamente con su bisabuelo Hernán Mejía Mirabal.)
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| Casa de Juan de Tejeda-calle Independencia- año 1604 |
Algunas citas más
del Profesor Carlos Luque Colombres : "Al comenzar la segunda década del siglo XVII, recibían sus grados académicos los primeros egresados de la Universidad de Córdoba, esto es, del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús. Alli había estudiado con los futuros jesuítas, un selecto grupo de jóvenes, hijos de los vecinos de las gobernaciones del Tucumán y del Paraguay.
...en diciembre de 1622, entre los estudiantes seculares ya graduados en Filosoía, figuraba don Luis de Tejeda y Guzmán. Tres maestros teólogos y un filósofo los habían examinado "con mucho más rigor que en ninguna universidad de Europa -reza un documento de la época- con admiración de todos y consuelo general de esta Ciudad".
Don Luis de Tejeda con solo 18 años lucía el bonete con borla azul de los filósofos y continuaba adelante en los cursos de Teología.
(...) El Ratio Studiorum le había abierto el camino que lo conduciría hacia campos de su predilección, con los fundamentos de la Gramática y de la Retórica, con la lengua latina, con las lecciones de Lógica, de Filosofía Natural y Moral; con las de Metafísica, que formaban la arquitectura mental de los estudiantes al proporcionarles los elementos conceptuales del pensamiento griego cristianizado, como bien lo señala el Dr. Roberto Peña. Y si agregmos aquellas "dos materias soberanas de Gracia y Eucaristía" que el propio Tejeda manifiesta haber cursado...
Después de egresado, los libros continuaron siendo "sus más fieles y agradables amigos", como lo declara en el romance de su vida".
Nos hemos detenido (sigue Luque Colombres) en tan prolijas consideraciones por cuanto, en este acto académico, la Universidad no sólo rinde homenaje a nuestro primer poeta en el tercer centenario de su muerte, sino también a aquella primera promoción que tuvo el privilegio de contar entre los suyos a quien sería uno de los hombres más representativos de la época.Y esto ya es mucho, habida cuenta que el siglo XVII, esencial para Córdoba, fue un siglo en que descollaron gobernantes, magistrados, eclesiásticos, militares y fundadores de instituciones perdurables que plasmaron nuestro ser histórico."
del Dr. Gaspar Pío del Corro : (...) Queda minetras tanto, con todas sus quiebras, el diseño inconcluso trazado por un poeta. Nuestro primer poeta, el primer escritor argentino en sentido estricto.Córdoba ha rescatado para sí la gloria de haber sido su cuna. La Universidad de Córdoba, la de haberlo formado en la experiencia universal del pensamiento y la palabra.
Extraído del Homenaje a Luis de Tejeda, en el tercer centenario de su muerte 1680-1980,por la UNC Facultad de Filosofía y Humanidades.(1981)
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| Patio de la Casa de Juan de Tejeda Mirabal - |
De su extensa obra, perdida en gran parte, ha quedado entera la referida a su devoción a la Virgen del Rosario, los misterios del rosario.
